Ni delito ni indicio de delito. Olé. La Fiscalía General del Estado no ve delito en las conversaciones entre el ministro Jorge Fernández Díaz y Daniel de Alfonso sobre las acciones a emprender contra los dirigentes soberanistas e independentistas. Olé.
1. La justicia española es española. Muy española.
2. La justicia española está fiscalmente afinada. Muy afinada.
3. Jorge Fernández Diaz es un político español modélico. Estaba absolutamente convencido de que la fiscalía no encontraría ningún indicio de delito en sus conversaciones con De Alfonso.
4. El estado constitucional y monárquico español con su sistema de separación de poderes es un ejemplo universal, desde Siria a China, desde Rusia a Venezuela.
5. Las conversaciones de Fernández Díaz y De Alfonso son un modelo de democracia y de convivencia democrática. Sólo la mala gente puede dudar de ello.
6. Conspirar es constitucional.
7. Cualquier medio es legítimo para hundir y desacreditar a los adversarios políticos, sobre todo si son partidarios de una Catalunya democrática, libre, solidaria y soberana / independiente dentro de la Europa federal.
8. Los adversarios del gobierno y del estado español deben ser tratados como enemigos y delincuentes.
9. Fernández Díaz es la única víctima de los malvados soberanistas e independentistas en este asunto y se mantiene firme en hacer lo que sea necesario para salvar España y el siniestro Valle de los Caídos.
10. Fernández Díaz agradece el apoyo que en momentos difíciles ha recibido de periódicos españoles como La Razón, El País, El Mundo, ABC y La Vanguardia.