El Evangelio libera al malhechor Mas

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Irene Rigau, Joana Ortega y, lo más significativo políticamente e internacionalmente, el president Artur Mas son llamados al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, como imputados por haber puesto las urnas para consultar al pueblo transgrediendo, dicen, la ley. Los tres y todos los que nos sentimos imputados podemos sumergirnos, como cristianos de fe o de cultura, en el mensaje evangélico para vivir esta situación con serenidad y libertad. El Evangelio libera a los malhechores Mas, Rigau y Ortega.

1. El evangelista Marcos explica: «Jesús dice a los fariseos: El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado» (Mc 2, 27) Es decir, leyes y constituciones están al servicio del pueblo, de la democracia y de la libertad. No al revés

2. Pablo afirma en la misma línea: «Hemos sido desligados de la ley y hemos muerto a lo que nos tenía prisioneros. Ahora servimos Dios de acuerdo con el camino nuevo del espíritu y no según la letra envejecida de la Ley» (Romanos 7, 6)

3. Pero el aparato estatal español se niega a dialogar y lleva a Mas, Rigau y Ortega a los tribunales como malhechores. Aquí es aplicable una pregunta de Pablo. «¿Cómo es posible que entre vosotros haya alguien que, cuando tiene un pleito contra otro, ose recurrir a un tribunal pagano y no a los miembros del pueblo santo?» (1 Corintios 6, 1)

4. Los imputados deberían animarse con lo que dice Pablo. «Nos tienen por impostores, pero decimos la verdad. Nos ignoran, pero de hecho somos conocidos. Nos tienen por moribundos, pero todavía vivimos. Nos apalean, pero no nos ejecutan. Nos ven tristes, pero siempre estamos contentos.  Parece que no tenemos nada, pero somos dueños de todo» (2 Corintios 6, 8-10)

5. Vale la pena que nos hagamos nuestras unas palabras que el evangelio de Mateo pone en boca de Jesús de Nazaret: «Dichosos vosotros cuando por mi causa os insulten y os persigan y digan contra vosotros toda clase de calumnias. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. También así persiguieron a los profetas anteriores a vosotros» (Mateo 5, 3-12). «Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos (Mateo 5,6, 10)

6. La persecución política, mediática y judicial contra los derechos de las personas y de los pueblos no apagarán la voluntad de libertad y de soberanía de Mas, Rigau, Ortega y millones de conciudadanos. El apostol Pedro escribe: «Nosotros, como Jesús nos ha prometido, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, donde reinará la justicia» (2Pere 3, 13)

7. Todos los imputados judicialmente y políticamente podemos dar un paso más según el espíritu cristiano. Aplicar las palabras de Jesús según el evangelista Mateo. «Habéis oído que se dijo: ama a los demás, pero detesta los enemigos. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos, rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir el sol sobre buenos y malos y hace llover sobre justos e injustos «(Mateo 5,43-46). Un pueblo, Catalunya, que haga realidad este planteamiento será plenamente libre y soberano.

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