El español VOX en las antípodas del Evangelio

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Vox es analizado críticamente por el diario vaticano Osservatore Romano en el artículo «Di estrema diestra», que se comenta en «Castellón Noticias» por Josep Miquel Bausset, monje de Montserrat desde el Santuario del Miracle. Hay que tener en cuenta que, en el régimen español, PSOE y PP blanquean Vox. El partido de Pedro Sánchez y Salvador Illa porque pone a Vox como ejemplo por su «sentido de estado». El partido de Pablo Casado e Isabel Díaz-Ayuso porque pactan. Sigue el texto de Bausset …

1.- De esta manera (Di estrema diestra) definía el Osservatore Romano el partido español Vox por su política xenófoba, situada en las antípodas del Evangelio. Y es que la actitud arrogante de los representantes de Vox a las instituciones democráticas y su discurso de odio, revela claramente la prepotencia, la falta de cultura democrática y el desprecio de este partido para con los refugiados y los inmigrantes de nuestra sociedad .

2.- El último episodio donde Vox ha mostrado su odio por los inmigrantes, la gente más vulnerable (y por eso mismo los más queridos por Jesús), ha sido con los carteles de Vox, en el metro de Madrid, contraponiendo la pensión de una señora jubilada con el dinero destinado a los menores no acompañados. Además de la mentira de las cifras que muestra el cartel, la continua criminalización que hace Vox de los inmigrantes, sitúa este partido en las antípodas del mensaje de Jesús. Sólo hay que recordar el libro del Éxodo que afirma: «No oprimiràs el forastero» (Ex 23: 9). Y el libro del Levítico: «El forastero que reside entre vosotros os será como uno de sus nativos, lo amarás como a ti mismo» (Lv 19:34). Y aún, el libro del Deuteronomio dice: «No hagas injusticia a los forasteros» (Dt 24:17).

3.- Las mentiras y la manipulación de Vox criminalizando los menores no acompañados y en general todos los inmigrantes, es del todo inmoral. En el polémico cartel que VOX ha puesto en la campaña electoral de Madrid, todo es falso: las cifras son falsas y el menor del cartel no es ningún menor. Además, no se trata de una persona extranjera y la foto no se ha hecho en España (El Nacional, 23 de abril de 2021). De hecho, el joven de esta foto, con una capucha y un pañuelo que esconde la mitad de su cara, Vox lo ha sacado de un banco de imágenes y el autor de esta imagen es Ahnaf Piash. Además, el joven de la foto es un amigo de Ahnaf Piash.

4.- Y a pesar de estas falsedades, una vez más, un juez ha actuado (de nuevo) favoreciendo esta campaña indecente de Vox, ya que ha rechazado que el partido de Abascal retire los carteles contra los menores colocados en el metro de Madrid (La Vanguardia, 23 de abril de 2021).

5.- También ha sido muy comentado el debate político en la cadena SER, en el que el Sr. Pablo Iglesias abandonó la mesa, ante la actitud chulesca y desafiante de la Sra. Monasterio. Pero ¿por que el Sr. Iglesias en diciembre de 2019 reía las gracietas de Vox? Lo que ha pasado con la actitud desafiante de la Sra. Monasterio en el debate de la SER, ya había pasado hace tiempo, cuando la Sra. Monasterio montó su numerito (Vicent Partal, Vilaweb, 24 de abril de 2021), en una conferencia del president Puigdemont. Pero como era contra un líder independentista, nadie se escandalizó. Ahora recogemos los frutos de lo que sembró Vox, mientras varios partidos miraban para otro lado.

6.- Las amenazas que reciben los inmigrantes y las que recibe Sor Lucía Caram en Manresa por parte de los ultras más primarios, es intolerable, no sólo en cuanto al Evangelio, sino también con respecto a los Derechos Humanos.

7.- Por eso no me sorprendió la nota del Osservatore Romano del 4 de diciembre de 2019, cuando, con motivo de las elecciones del 10 de noviembre de 2019, el diario del Vaticano decía que había sido elegido como vicepresidente cuarto de la mesa del Congreso, «Ignacio Gil Lázaro della formazione política di estrema diestra Vox».

8.- Los cristianos no podemos mirar hacia otro lado ante la prepotencia y el «cristofacismo» de algunos políticos, que nos muestran rosarios y cruces, o terminan su discurso con un: «Que Dios te bendiga» y después ( como sepulcros blanqueados), desprecian la dignidad humana de los más desvalidos, que como ha dicho el papa Francisco, son «la carne de Cristo». Y aunque mirar hacia otro lado es más cómodo, no podemos hacerlo. Como Jesús, que tampoco miró hacia otro lado, ni se mostró «neutral», sino que, con valentía, denunció la hipocresía de los fariseos y escribas, llamándolos sepulcros blanqueados. Porque como ha dicho el arzobispo Desmond Tutu, «Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor».

9.- Ante actitudes antievangélicas, no podemos permanecer en silencio, sino que tenemos que seguir el ejemplo del teólogo Johan-Baptist Mezt, que era crítico con un cristianismo aburguesado. Por ello Mezt instaba «el cristianismo a ser decididamente un agente de cambio ante la injusticia que impera en el mundo».

10.- Finalmente, cuando Vox criminaliza a los inmigrantes ilegales, ¿piensa también en los españoles que llegaron (sin papeles) a México, Argentina, Cuba, el Sahara o Guinea Ecuatorial, para «descubrir» aquellas tierras? ¿O es que Vox piensa que los conquistadores tenían los papeles en regla para llegar a aquellos lugares?

11.- No es extraño que la ultraderecha española haya calificado el Papa Francisco de comunista. Lo que sí quedan bien retratados son los dirigentes de Vox, que deberán escuchar de Jesús: «Era forastero y no me acogisteis» (Mt 25:43).

12.- Afortunadamente los obispos españoles, aunque de una manera muy tímida, lamentaron el cartel de Vox. El portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, dijo que le parece «doloroso que se pongan en conflicto dos realidades problemáticas de nuestra sociedad» como son los pensionistas y la inmigración (Religión Digital, 23 de abril de 2.021). Con todo creo que la CEE debería haber denunciado con más contundencia (como hace otras veces en relación al gobierno del estado), la manipulación que hace Vox y su política basada en el odio, totalmente alejada del mensaje de paz y de fraternidad del Evangelio.

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