1. Unos, VOX y PSOE, sostienen que las elecciones catalanas del 14 de febrero han quedado suspendidas, no aplazadas hasta el 30 de mayo. Dicen que esto es un ataque partidista a la democracia. Salvador Illa se mantiene ambiguo, jugando a ratos como ministro de Sanidad en España y a ratos como candidato monclovita en las elecciones en Catalunya.
2. Otros argumentan que las situaciones pandémica y política son diversas en cada país por lo que las respuestas deben ser diferentes. En todo caso y siempre hay que compaginar el derecho de la salud / vida y el derecho de la participación política. El catedrático Joan J. Queralt afirma en elnacional.cat: «Desde una perspectiva de ponderación realista, no tengo la más mínima duda de que prevalece la vida sobre el derecho a voto (…) Aplazar las elecciones no supone poner en riesgo el derecho de sufragio, el derecho de participación política. Si no se vota hoy, como el sistema democrático sigue incólume, votaremos mañana o pasado. En cambio, votar hoy es poner en peligro, cierto y más que cierto, la vida de muchas personas, sin ningún beneficio».
3. Aplicar y compaginar ambos derechos precisa de medios legales e instrumentales. Laura Borràs (Junts) lo formula así: «Hay trabajo, rigor y anticipación para ofrecer seguridad democrática (derecho al voto) y sanitaria (derecho a la vida). Tendremos que exigir que el 30 de mayo todos estos aspectos que advertimos, @oriolmitja, sean tenidos en cuenta».
4. El presidente exiliado y eurodiputado Carles Puigdemont afirma: «Quizás si algunos no hubieran combatido el concepto de república digital y la necesidad de tener herramientas digitales para asegurar la democracia, hoy podríamos garantizar el derecho al sufragio activo sin demoras. Y seríamos más soberanos. Pero tal vez se trataba de impedir esto, precisamente». Y es que los partidos auto denominados «constitucionalistas» se opusieron en su día al voto telemático para evitar que Puigdemont fuera elegido presidente de Catalunya por este medio del siglo XXI.
5. Coincidir con VOX, como hace el PSOE ahora y como acaba de hacer negando que el Congreso investigue el asunto Juan Carlos, es lo que deteriora la democracia. También la deteriora la represión del 155; la existencia de exiliados y presos políticos; impedir las investiduras de Puigdemont, Jordi Sánchez, Jordi Turull; impedir el voto de los diputados presos; derrocamiento del presidente Quim Torra; prohibición de debates en el Parlamento … Aunque hay que añadir la sólida tesis de que el catedrático Javier Pérez Royo (el diario.es) expone de manera implacable en el artículo significativamente titulado «Por qué va a ser declarada nula de pleno derecho la sentencia del proceso». Termina con esta frase: «Al final, estoy convencido de que la justicia española quedará desautorizada».