Trump y Pedro Sánchez, presidentes curanderos

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Donald Trump da òrdenes a Pedro Sánchez

Expertos en política internacional califican a Donald Trump de presidente curandero. Pedro Sánchez también es un presidente curandero.

1. «Presidente curandero» es aplicable a Donald Trump, el dirigente del país científicamente más avanzado del mundo. Curandero: «Persona que usa procedimientos no verificados por la ciencia para curar enfermos o aliviar los síntomas de las enfermedades» (Diccionari de la Llengua Catalana). La mejor fórmula para no estar enfermo es la muerte. La ciencia es imprescindible, pero la ciencia sin ética no es humana.

2. También la política es imprescindible, pero la política sin ética no es humana. Hay un curanderismo político. Curanderismo: «Práctica del curandero». Pedro Sánchez practica el curanderismo como presidente del Gobierno. Sánchez rechaza propuestas razonables del presidente Quim Torra como, entre otras, el confinamiento total, las mascarillas obligatorias … pero, semanas después, ya muy tarde, Sánchez hace caso, según dice la propaganda españolista, de la «insolidaria» Catalunya.

3. Curanderismo político también consiste en que Sánchez no mantenga unos criterios razonables en su actuación. Antes de ayer pactaba con «a», ayer con «b», hoy con «c», mañana ¿con «d» ?. Y el inevitable Miquel Iceta comienza uno de sus ridículos bailes en honor del último arreglo pactista de Pedro Sánchez. El señor Ic eta está muy contento del pacto de PSOE / Podemos con la Ciudadana de Bildu. Arreglo (Tripijoc en catalán): «Situación enmarañada y movida. Maniobra, actividad poco limpia para conseguir un objetivo determinada».

4. La situación creada por Sánchez es muy enredada. Todo indica, sin embargo, que sólo tiene un criterio. Mantenerse como «mando único competente» y, desde este mando, retornar al régimen predemocrático (centralista, provinciano, autoritario, militarizado, monárquico …). Laura Borràs (JxCat) le ha dicho en la última sesión en el Congreso: «Usted no cree en el estado de las autonomías. Nosotros tampoco «.

5. El soberanismo catalán crea una dinámica política, cultural, social, cívica … que ofrece mucho mas de bueno al progreso, la libertad, la democracia y la convivencia de España que un federalismo inexistente, un autonomismo fracasado, un centralismo desfasado, un españolismo de pandereta.

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