Jesús es más radical que Anna Gabriel en asuntos familiares

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El planteamiento familiar de Jesús de Nazaret es humanamente y socialmente más radical en la teoría y en la práctica que el de la cupaire Anna Gabriel.

1. Previa sobre la personalidad de Jesús y la familia. María queda embarazada de Jesús antes de convivir con José. Una tradición evangélica indica que José y María fueron padres de un único hijo, Jesús. Otros episodios evangélicos indican que Jesús tuvo hermanos. Los familiares de Jesús no comprendieron aspectos de su vida, de su mensaje y de su actuación. Lo expresan con palabras duras: «Cuando sus familiares se enteraron de lo que pasaba, fueron a buscar a Jesús porque decían que había perdido el juicio!» (Marcos 3. 20-21)

2. José y María pierden su hijo Jesús, de 12 años, y lo buscan en Jerusalén hasta encontrarlo en el templo sentado entre los maestros de la ley. «Al verlo allí sus padres quedaron muy sorprendidos, y su madre le dijo: Hijo mío, ¿porque has hecho esto? Tu padre y yo te buscábamos angustiados. Él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en casa de mi Padre?» (Lucas 2, 41-52). Unos 20 años después, se produce otro episodio. «La madre y los hermanos de Jesús fueron a buscarlo, pero había tanta gente que no se podían acercarse. Alguien le hizo saber: tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte. Él les dijo: mi madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica» (Lucas 8, 19-23). En otro episodio evangélico se dice: «Mientras estaba hablando, una mujer alzó la voz entre la gente y dijo; dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron! Pero él respondió: más bien son dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la guardan» (Lucas 11, 27-28).

3. Estos episodios evangélicos expresan la prioridad de Jesús. ¿Los padres? ¿La familia en cualquiera de sus fórmulas? La prioridad de Jesús es escuchar la Palabra de Dios y vivirla en la práctica. Es decir, los hijos de Dios viven la condición humana con libertad, solidaridad, amor, haciendo el bien, perdonando y pidiendo perdón, abriendo la conciencia de manera razonable y cordial al misterio de Dios. Esta prioridad de Jesús prevalece sobre los vínculos legales y de sangre de las familias. Esta prioridad es aplicable a cualquiera de las fórmulas familiares que son fruto de las circunstancias y de las opciones personales. Matrimonios, separaciones, divorcios, parejas de hecho, uniones homosexuales, concepciones diversas de la convivencia, incluida la de Anna Gabriel consistente en engendrar hijos que serán cuidados por la comunidad o la tribu. Sin amor ninguna fórmula familiar tiene sentido. Sólo el amor da sentido a las relaciones entre las personas y la familia en sus diversas formulaciones. El amor radical es el auténtico progreso.

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