Miriam Tey (Sociedad Civil Catalana) ha perpetrado en Londres una putada ridícula y frustrada contra Carles Puigdemont. El president catalán, en un auditorio internacional y europeísta, ha desmontado la intervención de Tey que pretendía desfigurar el proceso soberanista democrático y pacífico catalán. SCC ha vuelto ha quedar en evidencia. ¿Sociedad? Más bien un grupo extremista y marginal. ¿Civil? Más bien incívico. ¿Catalana? Más bien ultra españolista. ¿Y a que viene eso de putada? Viene a que Miriam Tey es copropietaria de la editorial que publicó el libro «Todas putas», de Hernan Migoya, en que podría hacerse apología de la violación, según las numerosas entidades que en su día pidieron la dimisión de la editora como directora general del Instituto de la Mujer. Miriam Tey es amiga de personajes tan ultraespañolistas y provincianos como ella como Pedro J. Ramirez, Agatha Ruiz de la Prada y José María Aznar, el gran mentiroso sobre las armas de destrucción masiva. Miriam Tey mostró una gran demagogia y una gran cobardía con el asunto de «Todas putas». Entonces y ahora ha hecho el ridículo.