La visita de Arnaldo Otegi al Parlament de Catalunya levanta la protesta airada ultraespañolista sean de ultracatólicos o sean de ultraagnòstics (PP, Ciudadanos, PSOEPSC, SCC). ¡Escándalo farisaico! El líder aberzale de Sortu ya fue recibido recientemente en el Parlamento europeo. Lo que democráticamente es posible en Europa debe ser posible en Catalunya, aunque quizá de momento no lo sea en España. Otegi ha cumplido una condena de seis años por pertenecer en el pasado al entramado político de ETA, pero ahora trabaja desde hace muchos años por los derechos del pueblo vasco por la vía pacífica. El mismo Papa recibiría a Otegi en coherencia con el planteamiento cristiano a favor del perdón y de la paz. Un ejemplo. Juan Pablo II se reunió con el turco Mehmet Ali Agca, el terrorista que el 13 de mayo de 1981 intentó asesinar al Papa en la Plaza de San Pedro disparándole cuatro balazos que le hirieron gravemente. Ali Agca y, especialmente, Juan Pablo II realizaron con su encuentro un magnífico gesto de reconciliación ante el mundo. Pero en la España constitucional hay ultra católicos como el ministro Jorge Fernández Díaz y digamos periodistas como Paco Marhuenda que, cuando les conviene, son muy antipapistas sobretodo todo si se trata de defender su España.