El buen mosén Ballarín y su amigo Pujol

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Mosén Josep Maria Ballarín que acaba de morir deja la aportación de un cristianismo de rostro humano. No hay cristianismo sin rostro humano. Uno de los trances más difíciles y dolorosos que ha vivido es la situación creada tras la confesión (25 de julio 2014) de su amigo Jordi Pujol.

1. Ballarín (1920) y Pujol (1930) han mantenido a lo largo de los años una amistad con vínculos de carácter cristiano, cívico, político y de un catalanismo derivado en soberanismo. El cura y escritor cerró la lista de la coalición independentista Junts pel Sí en la circunscripción de Lleida en las elecciones catalanas de 2015.

2. A su vez, Pujol, debido a las circunstancias que afectan a su familia, se ha retirado de la actividad pública y política. Asume esta travesía en el desierto. Una de sus pocas salidas fue para visitar a mosén Ballarín en los últimos días de su vida. Al volver al austero despacho de Barcelona, ​​Pujol puede haber escrito un artículo sobre su buen amigo. El artículo no se publicará como tampoco se publican los que escribe sobre las más variadas temáticas. Reflexiones de contenido personal, político y espiritual redactadas para «distraerme y aclararme» ha dicho en alguna casión. Los textos quedan archivados por si son de interés de alguien en el día de mañana.

3. Pujol siempre ha agradecido el afecto que Ballarín le ha expresado sobre todo en los períodos más difíciles. En aquellos momentos en que mucha gente expresa sentimientos de sorpresa, desencanto, mofa, venganza. El mosén se ha atrevido a escribir en este ambiente turbio: «Jordi. He celebrado  la misa por ti, que te sea ayuda. Por los amigos que aflaquen, que les sea vergüenza. Para los fariseos, que Dios los tumbe».

4. ¿Una misa? ¿Por qué no? La celebración de la santa cena es para Ballarín lo que explica el teólogo y pastor protestante Gerd Theissen. Afirma: «La santa cena anuncia renovación de la comunidad a pesar de traición y pecado. La fracción de un pan y beber de un cáliz es signo visible de una comunidad invisible en la noche de la traición total. Esta noche dura hasta el fin del mundo y abarca todos los hombres, ricos y pobres, de cerca y de lejos, justos y pecadores».

5. Pujol asistirá a una misa por mosén Ballarín desde el último rincón del templo. Como el publicano de aquella parábola del Evangelio de Lucas. «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo y el otro publicano (…) El publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ‘Dios mío, sedme propicio, que soy un pecador ‘. Os digo que éste bajó perdonado a su casa, y no el otro, porque quien se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado». Mosén  Ballarín predicó muchas veces esta parábola de Jesús. Lo volvería a hacer ahora y aquí.

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