Los 10 pecados del fundamentalista Fernández Díaz

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Jorge Fernández Díaz, el ministro católico oficial del Gobierno, ha pasado por Catalunya Ràdio. Esta emisora comete los pecados del soberanismo catalán y del sectarismo, según el soberanismo español de PP, Podemos, C ‘s y similares. En las redes sociales, sin embargo, aparecen reacciones sobre las declaraciones y actuaciones del ministro que pueden constituir pecados políticos.

1. Pecado de mal practicante. Fernández Díaz es un mal practicante. Practica el juego sucio con el agravante de hacerlo como ministro de Interior

2. Pecado de mentir. Fernández Díaz miente cuando indica que el soberanismo catalán no es pacífico ni democrático.

3. Pecado contra la convivencia. Fernández Díaz fomenta la catalanofobia cuando vincula hijadismo y soberanismo catalán. Atenta contra la buena convivencia entre Catalunya y el país vecino, España.

4. Pecado de insinuación malévola. Fernández Díaz habla mal de la tarea de Nous Catalans a favor de la convivencia. Esta entidad es dirigida por Àngel Colom, que destaca por su compromiso pacifista.

5. Pecado de imprudencia. Fernández Díaz es peligrosamente imprudente. Apoya la gestión escabrosa del alcalde Xavier Garcia Albiol sobre la inmigración musulmana en Badalona.

6. Pecado de hipocresía. Muchos tuits consideran hipócrita que Fernández Díaz, que es un fundamentalista e integrista católico, denuncie el fundamentalismo religioso de los demás.

7. Pecado de tergiversación. Fernández Díaz tergiversa la realidad cuando acusa al soberanismo catalán de poner fronteras. Él y su Gobierno son los que levantan fronteras en Melilla con sistemas peligrosos contra la integridad física de los subsaharianos que aspiran a una vida mejor.

8. Pecado de papismo. Fernández Díaz practica el papismo, que consiste en ser más papista que el Papa, pero que no hace caso del Papa Francisco. El Papa califica de «vergüenza» las situaciones inhumanas existentes en Lampedusa y Melilla.

9. Pecado de desprecio. Fernández Díaz desprecia con altivez las Naciones Unidas porque esta institución discrepa profundamente de la legislación que impulsa como ministro.

10. Pecado de nacionalcatolicismo. Fernández Díaz mantiene el nacionalcatolicismo cuando utiliza, como hacía el franquismo, la Iglesia católica para ponerla al servicio del poder político español.

(Artículo publicado en www.tribuna.cat)

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