Política tabernaria española

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La política no es tabernaria, dicen. ¿No? «Taberna. Propio de la taberna o de las personas que de costumbre van a beber «(Traducido del Diccionari de la llengua catalana). Es de suponer que algunos que van a las entrañables tabernas beben más de la cuenta. Pero hay una política tabernaria que, por serlo, degrada la política.

2.- Política tabernaria es el griterío insultante y también la represión policial del 1 de octubre del 2017 y del tiempo posterior el referéndum contra la ciudadanía que cometió el crimen de ir a las urnas.

3.- Política tabernaria es que el Congreso y el Senado del régimen español prohiba i persiga expresarse en catalán. ¡Qué contraste con el Parlament de Catalunya, tan menospreciado por el españolismo anexionista, donde uno puede expresarse en catalán y en español!

4.- Política tabernaria es que los parlamentarios, representantes del pueblo, no puedan debatir de todas aquellas cuestiones que interesan y afectan a la convivencia política y cívica. Por ejemplo, no se puede hablar de la monarquía ni los oscuros asuntos del juancarlismo.

5.- Política tabernaria es el elogio que el presidente Pedro Sánchez, ahora silbado en la madrileña Castellana, hizo hace poco al sentido de estado de la ultra derecha de VOX.

6.- Sí, Pedro Sánchez sabe que mientras le silbaban al rey Felipe VI le aplaudían. ¿Qué decir de los aplausos recibidos en el desfile militar del 12 de octubre por el hijo del Juan Carlos huido por parte de los sectores de PP, CS y VOX con marcado adn franquista?

7.- Que quede claro que un buen vino en una acogedora taberna vale la pena.

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