Muere Arcadi Oliveres. Creyente, esperanzado, solidario pese tanta represión, heterodoxo, bienaventurado

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Arcadi Oliveras (1945) muere en Sant Cugat. Funeral en el convento de los capuchinos de Sarrià. Ha vivido con conciencia y dignidad un cáncer terminal. Personaje estimado, criticado, polémico, referente cívico y de humanidad. Persona de fe, esperanzado, solidario a pesar de tanta represión, heterodoxo, bienaventurado

1. «Sí. Soy creyente algo heterodoxo, ciertamente, pero sí, me reconforta. Soy creyente en el sentido más cristiano del término que recogen los Evangelios». Así contesta a Emma Ansola (El Punt Avui) cuando le pregunta si, como cristiano, la fe le es de ayuda.

2. Este bloc hacía algunas consideraciones al respecto el pasado 4 de marzo. ¿Se puede ser creyente heterodoxo? ¿Se puede ser creyente sin ser un poco heterodoxo? ¿La fe cristiana es una doctrina y una dogmática o sobretodo es una manera de existir? ¿Tiene sentido un dogma eclesiástico y un código canónico contradictorios con el espíritu evangélico de Jesús? Los cristianos o que intentan serlo ¿a qué y a quien, en conciencia, deben ser fieles? ¿A los Evangelios? ¿A la ortodoxia doctrinal y del aparato eclesiástico? ¿Qué papel juega la conciencia personal?

3. Jesús de Nazaret, el gran referente cristiano, es heterodoxo. Lo fue respecto el templo, el sustancial espacio en la ortodoxia religiosa. El templo auténtico es la persona humana. «¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que ha recibido de Dios y que habita en vosotros?» (Pablo en 1 Corintios 06:19). Jesús es heterodoxo cuando vincula profundamente Dios y humanidad. Preguntado sobre cuál es el mandamiento principal, contesta: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, toda el alma, todo el pensamiento. Este es el primer y más grande mandamiento. El segundo es semejante: Amarás al prójimo como a ti mismo. Todos los mandamientos de la Ley y de los Profetas dependen de estos dos» (Mateo, 22. 37-40).

5. Jesús es heterodoxo cuando los grandes episodios como las Bienaventuranzas, el juicio final, el Padrenuestro y otros explican que lo que es definitivo en la existencia humana, creyente o no, es el comportamiento de las personas, no la ortodoxia doctrinal o legalista. Los bienaventurados son los pobres, los que lloran, los humildes, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz, los perseguidos por causa de la justicia, los que visitan los enfermos y los presos, los que perdonan y piden perdón, los que no juzgan a los demás …

6. Jesús es un hombre de fe, esperanzado, solidario, heterodoxo y bienaventurado que es perseguido, condenado y ejecutado por el establishment represor configurado por la ortodoxia de la cúpula sacerdotal de su pueblo oprimido y por la legalidad impuesta por el imperio romano. Este Jesús, desde su más profunda intimidad, ruega a Dios como Padre.

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