Dios encarcelado, exiliado, enfermo en este tiempo de otoño

347

1. Sol de octubre amable, calmado, entrañable, balsámico. Pero para  los presos y exiliados políticos catalanes, para los afectados por el coronavirus … son días y noches duros en un ciclo lento y largo. ¿Esperanzado? Lo tiene dicho Salvador Espriu: “Ah, joves llavis desclosos després / de la foscor, si sabíeu com l’alba / ens ha trigat, com és llarg d’esperar / un alçament de llum en la tenebra! / Però hem viscut per salvar-vos els mots, / per retornar-vos el nom de cada cosa, / perquè seguíssiu el recte camí / d’accés al ple domini de la terra”.

2. En este fin de semana de otoño hay gente que ha ido a misa. Se ha leído el episodio (Mateo 22, 15-22) en que Jesús dice a los fariseos: «Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios». Es decir, César no es Dios y Dios no es César. ¿Dónde está el César estos días de otoño? En la Casa Blanca, en la Zarzuela, en Abu Dabi, en la Moncloa.

3. ¿Dónde está el Dios de Jesús estos días de otoño y siempre ?. Jesús lo deja dicho en el episodio del Juicio Final (Mateo 25, 31-46). Dios está en el fondo del corazón del forasteros, los enfermos, los encarcelados … «Cuando te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y te fuimos a verte «. La respuesta del Dios de Jesús es ésta: «En verdad os lo digo: que cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis». Dios está encarcelado, exiliado, enfermo.

4. El Papa Francisco comenta este episodio. «En esta sentencia de Jesús se encuentra el criterio para la distinción entre la esfera política y la religiosa, y también emergen orientaciones claras para la misión de los creyentes de todos los tiempos, incluidos los de hoy. Pagar los impuestos es un deber de los ciudadanos, así como cumplir las leyes justas del Estado. Al mismo tiempo, hay que afirmar la primacía de Dios en la vida humana y en la historia, respetando el derecho de Dios sobre todo lo que le pertenece».

5. Hay que recalcar que Francisco afirma que se deben «cumplir las leyes justas del estado». No las injustas. No es justo que un estado tenga cloacas, ni practique la represión y la guerra sucia, ni un rey emérito haya huido a Abu Dhabi, ni tenga presos y exiliados políticos. No es justo que presos y exiliados sean considerados como peligrosos criminales violentos por el régimen español a la vez que estos exiliados sean tratados como personas demócratas, pacificas y vivan en libertad en la Unión Europea.

Compartir esta entrada