Javier Godó (conde de Godó, Grande de España), Màrius Carol (director, hombre de confianza de la Casa del Rey, relaciones públicas), Enric Juliana (director adjunto, censor) son merecedores del semáforo rojo. El diario español «La Vanguardia» concede cada día semáforos rojos a las personas que tienen un comportamiento criticable en los ámbitos social, económico, cultural, religioso, político. Efectivamente. «La Vanguardia» lleva ya 17 días, 17, sin que haya condecorado con un semáforo rojo a Jorge Fernández Díaz, el individuo que personifica de manera más escandalosa la guerra sucia contra la democracia, específicamente contra el soberanismo catalán. Así queda demostrado en sus conversaciones mafiosas con Daniel de Alfonso, ex jefe de la Oficina antifraude de Catalunya. «La Vanguardia» también lleva 17 días, 17, sin dar un semáforo rojo al fiscal general del estado por no investigar qué pasa en las cloacas del estado. Y ahora salta a la luz pública que el Gobierno del estado ha puesto en marcha, al margen de la ley y de la vía judicial, la Operación Cataluña para perseguir el soberanismo catalán democrático y pacífico. «La Vanguardia» da esta información de forma oculta y sin destacar su gravedad. Por ello Godó, Carol, Juliana … se merecen un semáforo rojo. ¿Por qué actúan así? ¿Por falta de criterios periodísticos profesionales e independientes? ¿Por complicidad en la guerra sucia contra el proceso independentista? ¿Por ser objeto de chantaje por la gente que se mueve en las sucias aguas de las cloacas del estado español? Algo huele mal en este caluroso julio. Otros, haciendo aburridas especulaciones sobre el futuro Gobierno, escriben que en Madrid estos días el calor es africano.