Sor Lucía Caram como el obispo Casaldàliga y el mártir Romero

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1. Los ultras gubernamentales y eclesiásticos de España denuncian dos monjas catalanas ante el Vaticano. Una es Teresa Forcades, líder de un movimiento político partidista pero aliada con soberanistas españoles lo que complace a los cardenales unionistas Antonio M. Rouco y Antonio Cañizares. La otra es sor Lucía Caram, activista eclesial y cívica identificada con las declaraciones del episcopado catalán y que sintoniza con el soberanismo catalán.

2. Son dos casos diferentes. Forcades será pronto ex monja durante un par de años. Caram mantiene su compromiso de monja de la misma manera que el arzobispo mártir Oscar Romero y el obispo catalán claretiano Pere Casaldàliga han mantenido su compromiso sacerdotal. Romero, Casaldáliga y Caram comparten la fe en el Dios de Jesús, el compromiso con los más pobres, el ser objeto del juego sucio y de amenazas de muerte por parte de los sectores ultraderechistas, la incomprensión vaticana.

3. El arzobispo Óscar Romero fue asesinado de un balazo en el corazón disparado por un paramilitar a media tarde del 24 de marzo de 1980 mientras celebraba misa en la capilla del hospital de la Divina Providencia del Salvador. Ahora, este 23 de mayo, será beatificado gracias a la determinación del papa Francisco.

4. Un amigo de Romero, Casaldáliga, obispo emérito de Sao Félix do Araguaia en Brasil, dijo del arzobispo asesinado: «Romero es un símbolo de obispo que hace la opción real por los pobres. Se enfrentó con las oligarquías, la dictadura militar y el imperio. Vivió una vida pastoral íntegra, consecuente, arriesgada. Fue amenazado constantemente. Decía que los pobres están más amenazados, y que una Iglesia que viviera estas circunstancias sin ser mártir sería una Iglesia infiel».

5. Tres días antes de la muerte de Romero, 21 de marzo, el jesuita catalán Lluis Espinal fue secuestrado, torturado y asesinado en Bolivia también por paramilitares. Su cuerpo fue encontrado en un basurero. El papa Francisco visitará este lugar en la tarde del próximo 8 de julio durante su viaje a Bolivia.

6. El papa Francisco no puede censurar a ninguna monja, tampoco a su compatriota sor Lucía, comprometida con los valores del Evangelio. Francisco pronunció el pasado 17 de mayo unas palabras aplicables a Lucía Caram. Fue en la homilía de la canonización de cuatro monjas: dos palestinas, una italiana, una francesa. El Papa se refirió a la monja francesa con estas palabras: «Este es el secreto de los santos: permanecer en Cristo, unidos a Él como el sarmiento a la vid para dar mucho fruto. Este fruto es el amor. Este amor brilla en el testimonio de la hermana Jeanne Emilie de Villeneuve, que dedicó su vida a Dios y a los pobres, los enfermos, los encarcelados, los explotados, convirtiéndose para ellos y para todos en signo concreto del amor misericordioso del Señor».

7. El ultra católico Jorge Fernández Díaz, devoto peregrino al siniestro Valle de los Caídos, se subleva contra la labor humanitaria que unas monjas realizan en Manresa y en Catalunya. Este ministro funesto y similares demuestran cada día que no entienden ni quieren comprender el compromiso evangélico de sor Lucía y su lenguaje «clar i català».

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