La ofensiva del nacionalismo español, de PSOE a VOX, por tierra, mar y aire contra el soberanismo catalán democrático y pacífico justifica un llamamiento a los presidentes Artur Mas, Carles Puigdemont y Quim Torra para que hagan desde ahora gestiones a favor el entendimiento soberanista.
1. Un llamamiento a los presidentes 129, 130 y 131 de la Generalitat de Catalunya para que mantengan su compromiso con la «Declaració de Perpiñán» (09 de octubre 2020) y los partidos respectivos abandonen reproches estériles y hagan los sacrificios que sean necesarios. Laura Borràs se dibuja como la primera presidenta de Catalunya. Una mujer culta, comprometida con el pueblo catalán, los derechos y las libertades de la ciudadanía. Mas, Puigdemont Torra deben hacer lo imposible para que ningún voto soberanista sea inútil. Los votos que vayan unidos son útiles. Cada voto perdido iría a parar al españolismo, de PSOE a VOX.
2. Vale la pena recordar la «Declaración de Perpiñán» firmada por los tres presidentes y que hoy es vigente …
«Catalunya vive inmersa en un conflicto político con el Estado español por nuestra voluntad continuada y refrendada en las urnas de ejercer el derecho de autodeterminación. Este compromiso con el mandato democrático de una mayoría reiterada de los ciudadanos de Catalunya es el que nos ha llevado los tres a ser inhabilitados o destituidos por el Estado español. Tenemos un proyecto político democrático, la República Catalana, que queremos hacer realidad siempre por las vías estrictas de la democracia y la paz. Somos representantes de una mayoría política y parlamentaria que no ha tenido ningún miedo a convocar a los ciudadanos a las urnas siempre que hemos considerado que era necesario revalidar el apoyo popular a las decisiones más trascendentes.
«A pesar de haber sido siempre del lado del diálogo y la democracia, se nos ha aplicado una justicia de parte, llena de irregularidades y malintencionada, dirigida contra la minoría nacional catalana dentro del Estado español. Nuestro país vuelve a tener presos políticos y exiliados. Políticos, líderes de la sociedad civil y cientos y cientos de ciudadanos comprometidos con los valores democráticos del 1 de octubre de 2017, están sometidos a la arbitrariedad de los tribunales del Estado. Esto no es justicia, esto sabemos que sólo tiene un nombre: represión política.
«La manera de actuar de España está fuera de lugar en cualquier democracia y se opone a los principios y valores fundacionales de la Unión Europea. Que los tres últimos presidentes elegidos democráticamente en Catalunya hayamos sido golpeados por la represión del Estado español, es una clara señal de la gravedad del conflicto que vivimos en nuestro país. Este conflicto exige diálogo, negociación y mediación internacional para encontrar una solución justa y democrática a la voluntad libre de los catalanes.