LA SENTENCIA con mirada bíblica. «La maldad reina en la sala del juicio»

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El Tribunal Supremo juzga a los políticos y dirigentes cívicos catalanes

Una apasionante y aleccionadora experiencia es tratar la Sentencia contra los políticos catalanes desde la perspectiva de un pequeño libro bíblico como el Eclesiastés, también llamado Cohelet.

Damià Roure, monje de Montserrat, explica en «Serra d’Or» que el Eclesiastés es la obra más filosófica de la Biblia. La palabra griega Eclesiastés corresponde a la denominación hebrea de Cohelet, palabra que indica «el que reúne y convoca a la gente». El autor se solidariza con los sabios de Israel y cuestiona las injusticias que ve a su entorno con espíritu sereno. Describe el mundo donde vive con una mirada de fe adulta, contrastando las injusticias y las paradojas de su tiempo, pero consciente de que el mundo pasa y que, sin embargo, Dios lo tiene todo en su mano. La reflexión es de www.avantguarda.cat

– «La maldad reina en la sala del juicio, la maldad ha tomado el lugar al derecho. Dios juzgará tanto lo bueno como lo malo, porque hay un tiempo para cada cosa y para cada acción «(3, 16-17).

– «La opresión se comete en este mundo. Los oprimidos lloran y no hay quien los consuele. Y nadie les puede consolar, porque la fuerza es de los opresores «(4, 1).

– «Si en este país ves que el pobre es oprimido y que son violados el derecho y la justicia, no te sorprenda, porque una autoridad tiene por encima otra que la protege, y por encima aún hay una autoridad superior » (5, 7).

– «He visto de todo durante mi vida: buena gente que, a pesar de ser buenos, morían pronto, y mala gente que, aun siendo malos, vivían muchos años» (7, 15).

– «El sabio es más fuerte con la sabiduría que una ciudad con diez gobernadores» (7, 19).

– «He visto mala gente que había frecuentado el templo y al que hacían grandes funerales, mientras que en la ciudad eran olvidados quienes habían obrado honestamente» (8, 10).

– «Hay justos a quien las cosas van como si fueran malvados, y hay malvados a quienes las cosas van como si fueran justos» (8,14).

 – «Vale más la sabiduría que la fuerza. Es mejor escuchar las palabras de un sabio dichas con calma que los gritos de un cabecilla de necios. Vale más la sabiduría que las máquinas de ataque» (9, 16-18).

– «Los necios son elevados a altas dignidades, mientras que los prohombres  han de ocupar los puestos inferiores» (10, 6).

«Reverencia Dios y guarda sus mandamientos: esto significa ser hombre. Dios juzgará todas las acciones, por escondidas que sean, tanto las buenas como las malas» (12, 13-14)

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