El episcopado reafirma la realidad nacional de Catalunya

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El episcopado catalán ha analizado la situación que se vive en el país a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia. Expresa en un comunicado los elementos claves: diálogo; respeto mutuo; reafirmación de la nación catalana; legitimidad de todas las opciones políticas que respeten la dignidad de las personas, los pueblos y las legítimas aspiraciones del pueblo catalán; necesidad de erradicar la corrupción.

1. DIÁLOGO. «Los Obispos de Catalunya, en el momento que está viviendo nuestro país y en los planteamientos de futuro que se están debatiendo, con respeto por las diversas sensibilidades que se van expresando, pedimos que se fomente y promueva la cultura del diálogo. ‘Hay una palabra -dice el Papa Francisco- que nunca nos debemos cansar de repetir y sobre todo de dar testimonio: diálogo’. Pensamos que es un momento importante para que los gobernantes y los agentes sociales hagan gestos valientes y generosos en favor del diálogo y la concordia».

2. REALIDAD NACIONAL. «Como obispos siempre estaremos comprometidos a buscar la comunión y el respeto mutuo, y creemos que es lo que podemos pedir a todos. Nos sentimos herederos de la larga tradición de nuestros predecesores, que les llevó a afirmar la realidad nacional de Catalunya y al mismo tiempo nos sentimos urgidos a reclamar de todos los ciudadanos el espíritu de pacto y de entendimiento que conforma nuestro talante más característico».

3. RESPETAR LAS LEGÍTIMAS OPCIONES Y ASPIRACIONES CATALANAS. «Queremos recordar una vez más que ‘defendemos la legitimidad moral de todas las opciones políticas que se basen en el respeto de la dignidad inalienable de las personas y de los pueblos, y que busquen con paciencia la paz y la justicia. Y animamos el camino del diálogo y el entendimiento entre todas las partes interesadas a fin de lograr soluciones justas y estables, que fomenten la solidaridad y la fraternidad. El futuro de la sociedad catalana está íntimamente vinculado a su capacidad para integrar la diversidad que la configura’ («Al servicio de nuestro pueblo», 2011, n. 5). Por eso creemos humildemente que conviene que sean escuchadas las legítimas aspiraciones del pueblo catalán, para que sea estimada y valorada su singularidad nacional, especialmente su lengua propia y su cultura, y que se promueva realmente todo lo que lleva un crecimiento y un progreso en el conjunto de la sociedad, sobre todo en el campo de la sanidad, la enseñanza, los servicios sociales y las infraestructuras».

4. ERRADICAR LA CORRUPCIÓN. «El verdadero progreso de los pueblos exige también la erradicación de la corrupción. Es absolutamente prioritario y justo que en todos los ámbitos públicos del conjunto del Estado se combata la corrupción, que tanto daño hace a la sociedad. Nos duele y nos avergüenza que la corrupción se haya podido convertir en algo natural -como afirma el Papa Francisco- hasta el punto de llegar a constituir una práctica habitual en las transacciones comerciales y financieras, en los contratos públicos o en muchas negociaciones que implican agentes de las administraciones públicas. Es necesario un esfuerzo decidido para cambiar este modo de actuar. Tal como se dice en el documento ‘Iglesia, servidora de los pobres’ (2015, n. 11),’ es necesario que se produzca una verdadera regeneración moral a nivel personal y social y, como consecuencia, una mayor estima por el bien común, que sea verdadero apoyo para la solidaridad con los más pobres y favorezca la auténtica cohesión social. Esta regeneración nace de las virtudes morales y sociales, se fortalece con la fe en Dios y la visión trascendente de la existencia, y conduce a un irrenunciable compromiso social por amor al prójimo».

5. PETICIÓN A LOS CATÓLICOS. «Finalmente, pedimos a los católicos de todas las opciones políticas que sean instrumentos de paz y concordia en medio de la sociedad catalana, y no dejen de rezar ea buen Dios por una paz cristiana y perpetua de nuestro pueblo».

6. LEGITIMIDAD DEL REFERENDO. La postura del episcopado catalán sintoniza con la de sus predecesores y con lo establecido en el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. El Compendio dedica un capítulo a «Comunidad política» (del punto 377 al 427) que trata temáticas muy actuales en el mundo y en Catalunya como la autoridad política, la persona, el pueblo, los derechos humanos, la convivencia, la objeción de conciencia, el derecho de resistir, la democracia, la participación política, la sociedad civil, el referéndum. El número 413 del Compendio establece: «Los partidos políticos tienen el deber de favorecer una participación amplia y el acceso de todos a las responsabilidades públicas (…) El referéndum es también un instrumento de participación política, en el que se cumple una forma directa de acceso a las opciones políticas. La institución de la representación no excluye, de hecho, que los ciudadanos puedan ser interpelados directamente de cara a las opciones de mayor relevancia de la vida social».

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