Vivir plenamente en catalán en Catalunya y en las instituciones españolas es imposible.
2.- El régimen español impone el español y prohíbe el catalán en el Congreso y en el Senado donde los diputados y senadores escogidos en las urnas representan al pueblo. Esa imposición y esta prohibición ya existían en las Cortes franquistas. El objetivo del españolismo dictatorial era liquidar la lengua y la nación catalana, vulnerando los derechos y libertades de las personas y de los pueblos. Los autodenominados constitucionalistas (PSOE, PP, VOX, Cs…) de hoy siguen practicando este apartheid contra el catalán y los catalanohablantes.
3.- Los partidos con más intenso adn franquista (PP, VOX, Cs) acusan cínicamente a los demócratas catalanes, sobre todo los independentistas, de nazis. Esconden que el franquismo es el que tiene vinculaciones históricas, políticas, sentimentales e ideológicas con el nazismo. “Cinismo. Que impúdicamente hace gala de menospreciar los valores morales” (Diccionari de la lengua catalana).
4.- El PSOE mira hacia otro lado. ¿Por cobardía? ¿Por menosprecio al catalán? En busca de un miserable puñado de votos ultras? Meritxell Batet, presidenta del Congreso, prohíbe que los diputados catalanes hablen en su lengua en el hemiciclo. ¡Esta prohibición se da también en el Senado que, dicen, es una cámara territorial! Miquel Iceta, ministro español de Cultura, ¡de Cultura!, y Salvador Illa, aspirante fracasado a presidir la Generalitat, se lavan las manos con agua sucia como el cobarde gobernador Pilato, representante de las fuerzas de empleo.
5.- Esta gente hace el victimismo de proclamarse perseguida por el independentismo catalán pero puede expresarse en español en el Parlament de Catalunya. En la Cámara catalana, hoy presidida por Laura Borràs (Junts), se habla libremente en catalán y español.
6.- ¿Qué lengua tiene primacía y qué lengua está marginada en los ámbitos judicial, policial, militar, funcionarial, mediático, audiovisual…? El apartheid lingüístico se da en España, no en Catalunya. El apartheid lingüístico se da contra el catalán, no contra el español.