El frente constitucionalista (PPPSOEPodemosCiudadanos) se llena la boca de proclamar la igualdad de los españoles como una manera de presentar una Catalunya privilegiada e insolidaria. Esto da unos tristes votos. El frente constitucionalista, sin darse cuenta, reconoce en la práctica que los catalanes no son españoles cuando afirman que todos los españoles son iguales. Y es que muchos episodios demuestran que no hay igualdad entre los catalanes y los españoles. El trato dado desde Madrid a unos y otros es desigual. Es una constante tan histórica que es irreversible. No es igualdad que se maniobre para que el corredor mediterráneo pase por Madrid. No es igualdad que Cercanías sea tercermundista mientras en la España profunda se echan a perder euros con un AVE sin pasajeros. No es igualdad que no se reconozca que la aportación económica de Catalunya a España es siempre mucho más alta y solidaria que la aportación de España a Catalunya. No es igualdad que la Constitución española obligue a conocer el español en Catalunya, pero no el catalán. No es igualdad que todos los catalanohablantes sean bilingües y muchos castellanoparlantes sean monolingües aunque digan que defienden el bilingüismo. No es igualdad que el Congreso y el Senado prohíban hablar el catalán. No es igualdad que se persiga a quienes propugnan pacíficamente que Catalunya sea tan soberana como lo es España. El problema es democrático y nacional.