El Papa Francesc (l’argentí Jorge Mario Bergoglio) ha dirigit una carta al poble argentí per felicitar-lo en el bicentenari de la seva independència d’Espanya. La Declaració d’independència fou adoptada pel Congrés de Tucumán el 9 de juliol de 1816, data en que l’Argentina es proclamà independent de la monarquia espanyola i de tota dominació estrangera.
Francesc fa compatible la seva visió universal com Papa de l’Església catòlica i el seu patriotisme. Fins a 13 vegades parla de la “pàtria” argentina en la seva carta de sis paràgrafs. Se’n recorda dels que més pateixen com “los hijos más llagados de la Patria”. Demana a Déu que cuidi, faci forta a la “patria” y “la defienda de todo tipo de colonizaciones”. El Papa escriu: “La Patria podrà ser libre sólo si nuestros abuelos se animan a soñar y nuestros jóvenes a profetitzar cosas grandes. Necesitamos de abuelos soñadores que empujen y de jóvenes que, inspirados en esos mismos sueños, corran hacia adelante con la creatividad de la profecia”. I demana que “el Señor bendiga nuestra Patria, nos bendiga a todos nosotros”.
Cap argenti, tampoc el Papa Bergoglio, vol que Argentina perdi la seva sobirania/independència. Ningú vol tornar a la dependència d’Espanya. Tota una lliçó de la història, de la realitat, del present, del món globalitzat, de la concepció humanista i cristiana de la societat.
Segueix a continuació l’acta de la declaració de la independència argentina:
“En la benemérita y muy digna ciudad de San Miguel de Tucumán a nueve días del mes de julio de 1816: terminada la sesión ordinaria, el Congreso de las Provincias Unidas continuó sus anteriores discusiones sobre el grande, augusto y sagrado objeto de la independencia de los pueblos que lo forman. Era universal, constante y decidido el clamor del territorio por su emancipación solemne del poder despótico de los reyes de España, los representantes sin embargo consagraron a tan arduo asunto toda la profundidad de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e interés que demanda la sanción de la suerte suya, pueblos representados y posteridad. A su término fueron preguntados ¿Si quieren que las provincias de la Unión fuese una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli? Aclamaron primeramente llenos de santo ardor de la justicia, y uno a uno reiteraron sucesivamente su unánime y espontáneo decidido voto por la independencia del país, fijando en su virtud la declaración siguiente:
Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en congreso general, invocando al Eterno que preside el universo, en nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y de derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas, y cada una de ellas, así lo publican, declaran y ratifican comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad, bajo el seguro y garantía de sus vidas haberes y fama. Comuníquese a quienes corresponda para su publicación. Y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración. Dada en la sala de sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros diputados secretarios”.
(Article publicat a www.tribunacatalana.cat)