La Vanguardia y el conspirador Jorge Fernández Díaz mantienen una repugnante complicidad. El ministro de las cloacas del estado tiene el encargo de Mariano Rajoy de lanzar mierda contra las urnas y liquidar a sus adversarios políticos, especialmente a los soberanistas demócratas y pacíficos, a los que califica de enemigos. El diario de los Godó, dirigido por Màrius Carol y Enric Juliana, no ha dado un semáforo rojo en el todavía ministro del interior en funciones cuando, en este 2 de julio, ya se cumple el duodécimo (12) día desde que se hicieron públicas las conversaciones mafiosas del ministro con Daniel de Alfonso (director de la Oficina de antifraude de Catalunya). Esta complicidad del diario con el ministro queda confirmada en la tocada de violín que es la crónica, publicada el mismo día 2 de julio, sobre la entrega de premios de la Fundación Princesa de Girona. La crónica, a diferencia de otros medios de comunicación, no dice ni una palabra sobre las conversaciones entre Fernández Díaz y De Alfonso como causa que explique la ausencia del ministro en Girona. Tampoco dice nada de que la Casa Real ha intervenido para que el ministro de las alcantarillas no acompañas el Rey en Girona. Lo que la cronista hace es explicar que la ausencia ministerial es algo normal. Pero los hipotéticos lectores no son imbéciles. ¿Cuántos días tardará La Vanguardia en condecorar a Fernández Díaz con un semáforo rojo? ¿Qué crimen ha de cometer este siniestro personaje para merecer tan alto honor? ¿Por qué esta complicidad entre el diario y Jorge Fernández Díaz?