Confinamiento. Muerte de un torturador y muerte de un cristiano

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Un asteroide cayó hace millones de años en la Tierra y aniquiló a los dinosaurios. Ahora el coronavirus aniquila miles de personas, a pesar del confinamiento.

1. Pandemia letal a pesar de la medicina, la ciencia y la tecnología que nunca habían sido tan avanzadas. Este progreso se convierte en otro ídolo caído como tantos en la historia. Evidente fragilidad humana.

2. El número de muertos, por la pandemia o por otras causas, son incontables. Un caso es el de Billy el Niño. Torturador condecorado, pensionado, muerto sin juicio en pleno gobierno PSOE / Podemos. Que la tierra no le sea leve. Torturadores, dictadores, genocidas y similares hacen pensar en el infierno que ellos han creado.

3. Otro caso es la muerte de Ángel Alcázar, un cristiano que fue de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) y fue uno de los fundadores de Comisiones Obreras de Catalunya en la iglesia de Sant Medir. Su hija María Ángeles, periodista, escribe este tuit: «Mi padre, Ángel, ha fallecida hoy. Fué un hombre comprometido. Nos quiso y le quisimos. Deja  huella en todos los que le conocieron y tuvo una vida larga y plena. Está ya junto al Jesucristo de los pobres y oprimidos, en el reino de la justicia por la que el luchó en la tierra». Comentario … «Creo que tu padre hace mucho tiempo que ya estaba con el Jesús de los pobres, los oprimidos, los marginados, los presos (él fue encarcelado), los que perdonan, los que piden perdón, los que aman «.

4. Algunas consideraciones. El mal demuestra que Dios no existe, según algunos ateos. Si no existe, Dios no tiene nada que ver con el mal. ¿Quién es el responsable? ¿El ser humano? Entonces, el ser humano no merece ningún respeto. Las puertas de cualquier dictadura destructora de las libertades quedan abiertas de par en par. Para el creyente, el mal plantea interrogantes. Su respuesta es el silencio, el compromiso y la acción para paliar el mal y hacer el bien, la oración esperanzada … y el reto de revisar la imagen que se tiene de Dios y la concepción que se tiene de la humanidad.

5. Unos piensan que plantear estas cuestiones es perder el tiempo, no lleva a ninguna parte, no aporta nada, no tiene ningún sentido. Otros consideran que plantear estas cuestiones da consuelo y esperanza, fortalece el espíritu solidario. es muy humano y nada de lo que es humano nos es ajeno.

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